Este nuevo gobierno de López Mateos, aparecía en medio de severos problemas, pues aún continuaban alterados los ánimos a causa de las protestas populares y la rebeldía belicosa de Demetrio Vallejo. Además, a mucha gente no le alcanzaba con lo que ganaba y con gusto se sumaba a las manifestaciones de trabajadores que pedían aumentos de salario o verdadera autonomía sindical. Por otra parte, la balanza de pagos fue negativa por segunda ocasión, las Imprescindibles Importaciones se llevaban las reservas monetarias y la Afamada Paridad de 12.50 se veía amenazada.
El gobierno procuró limitar las importaciones, sustituirlas en lo posible y elevar los aranceles respectivos. Y bajó hasta donde pudo el gasto público. Al menos durante la primera mitad del año, López Mateos y su equipo se fueron despacio, con cautela. Pero como la iniciativa privada hacía exactamente lo mismo, el resultado fue la suerte de parálisis económica que tenía lugar con frecuencia a principios de cada sexenio.
Posteriormente, López Mateos modificó la Ley de Atribuciones del Ejecutivo en materia económica para obtener aún más poder: ahora podía determinar las mercancías y servicios que serían objeto de control, y tenía la capacidad de fijar precios máximos al mayoreo y al menudeo. En la segunda mitad de 1959 López Mateos abandonó paulatinamente la restricción de los gastos gubernamentales y procedió a hacer mayores inversiones, para que la economía recuperara su paso. Con su ministro Ortiz MENA reestructuró la secretaría de hacienda y la dividió en las subsecretarías de Ingresos, Egresos y Créditos, que, como todas las dependencias, tenía que enviar sus programas de inversiones a Donato Miranda Fonseca, secretario de presidencia.
A pesar de la prudente reactivación económica del gobierno, la iniciativa privada prefirió seguir conteniendo sus inversiones . A causa de los discursos agrarios y de las tendencias a una mínima planificación por parte de López Mateos, los empresarios preferían esperar a que el gobierno diera mayores muestras de que, como los anteriores, favoreciera al sector privado. De cualquier manera, aunque a fin de año la administración lopezmateísta había caído en un déficit ¨moderado¨, López Mateos obtuvo créditos del extranjero, logró equilibrar precariamente la balanza de pagos, detuvo el alza de costo de la vida y pudo dedicarse a reforzar la infraestructura de la electricidad, la siderurgia y el petróleo. Comprendió la importancia de la industria petroquímica, y como la iniciativa privada no quiso invertir en esa área, el gobierno se encargó de hacerlo.López Mateos también echó a andar un ambicioso plan para la industria automovilística, a fin de que pasara de mera ensambladora a verdadera fabricante, y abrió el campo para que empresas europeas compitieran en México con las estadounidenses que dominaban el mercado.
El gobierno procuró limitar las importaciones, sustituirlas en lo posible y elevar los aranceles respectivos. Y bajó hasta donde pudo el gasto público. Al menos durante la primera mitad del año, López Mateos y su equipo se fueron despacio, con cautela. Pero como la iniciativa privada hacía exactamente lo mismo, el resultado fue la suerte de parálisis económica que tenía lugar con frecuencia a principios de cada sexenio.
Posteriormente, López Mateos modificó la Ley de Atribuciones del Ejecutivo en materia económica para obtener aún más poder: ahora podía determinar las mercancías y servicios que serían objeto de control, y tenía la capacidad de fijar precios máximos al mayoreo y al menudeo. En la segunda mitad de 1959 López Mateos abandonó paulatinamente la restricción de los gastos gubernamentales y procedió a hacer mayores inversiones, para que la economía recuperara su paso. Con su ministro Ortiz MENA reestructuró la secretaría de hacienda y la dividió en las subsecretarías de Ingresos, Egresos y Créditos, que, como todas las dependencias, tenía que enviar sus programas de inversiones a Donato Miranda Fonseca, secretario de presidencia.
A pesar de la prudente reactivación económica del gobierno, la iniciativa privada prefirió seguir conteniendo sus inversiones . A causa de los discursos agrarios y de las tendencias a una mínima planificación por parte de López Mateos, los empresarios preferían esperar a que el gobierno diera mayores muestras de que, como los anteriores, favoreciera al sector privado. De cualquier manera, aunque a fin de año la administración lopezmateísta había caído en un déficit ¨moderado¨, López Mateos obtuvo créditos del extranjero, logró equilibrar precariamente la balanza de pagos, detuvo el alza de costo de la vida y pudo dedicarse a reforzar la infraestructura de la electricidad, la siderurgia y el petróleo. Comprendió la importancia de la industria petroquímica, y como la iniciativa privada no quiso invertir en esa área, el gobierno se encargó de hacerlo.López Mateos también echó a andar un ambicioso plan para la industria automovilística, a fin de que pasara de mera ensambladora a verdadera fabricante, y abrió el campo para que empresas europeas compitieran en México con las estadounidenses que dominaban el mercado.
Es interesante el apartado de economia
ResponderEliminartiene informacion necesaria
gracias por hacer que contaramos con informacion importante
bueno gracias por aclararme dudas y dar me nuevos conocimientos sobre lo que fue el gobierno de lopez mateos.
ResponderEliminaroooooooLa dEsPuEs dE ToDo nO NoS
ResponderEliminarqUeDo tAn mAl sOlO FaLtArOn iMaGeNeS PeRo
Ya nI MoS cHaO
LOS FELICITO BUEN TRABAJO AHORA COMPRENDO QUE EL SEXENIO DE ADOLFO LOPEZ MATEOS TIENE SIMILITUDES CON EL GOB DE ALEMAN VALDES PUES LOS DOS DIERON GRAN IMPULSO A LA INDUSTRIA Y SE INTERESARON POR LA INVERSION EXTRANJERA, GRACIAS
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